El movimiento nos hace sentirnos vivos. Soltar, liberar, reconectar. Una afirmación de quienes somos, la que marca nuestro propio ritmo. No queremos destacar, solo pertenecer. No creemos en lo genérico, sino en lo auténtico. Porque lo bueno es lo que está hecho con propósito, una intención, una técnica que impulsa, la persecución de un sueño. Desafíar nuestros propios límites, tensar la cuerda sin romperla, hasta dónde seremos capaces… Para los espíritus libres, los que no se saben conformar con poco, los que siempre van a por más. Desde aquí, hacia el mund